PAGINA 1


LOS INSTRUMENTOS DE PÚA ESPAÑOLES,  HERMANOS MENORES DE LA GUITARRA.

·       La guitarra
·       La mandolina
·       La bandurria


Los instrumentos de púa españoles.  Hermanos menores de la guitarra.

   Sabemos que nuestros instrumentos han sido denostados y degradados  a lo largo de la historia. La labor realizada por nuestros grandes maestros como Félix de Santos, Manuel Grandío y muchos otros, han luchado  para que  estos instrumentos lleguen a estar donde ahora están en los Conservatorios Superiores. La comparación  de instrumentos de cuerda  que a continuación describo es sólo subjetiva. Esto servirá como introducción a la exposición del trabajo de investigación.



               Espero que no penséis que me he vuelto loco o que soy un detractor de los instrumentos de púa degradándolos a una 3ª categoría. Yo amo a estos instrumentos y lo seguiré haciendo toda mi vida. Todo esto tiene una explicación y espero que en las siguientes páginas os pueda  ayudar a entenderlo.

               La tapa armónica es el elemento principal de cualquier instrumento de cuerda. Tanto es así, que supone el 85% de la calidad sonora, y por tanto de su sonoridad. El otro 15%  del sonido emitido, lo soporta tanto la caja armónica  (que funciona como un resonador de Helmholtz) y el fondo, el cual actúa de radiador de graves en los instrumentos de fondo plano. En los instrumentos de fondo curvado u ovalado, el sonido es condensado, formando una onda de características sonoras peculiares.

               Con  estas pequeñas aclaraciones, podemos empezar a descubrir cómo actúan éstos elementos en los instrumentos que he mencionado en la tabla anterior.

   La Guitarra Clásica: la guitarra  posee una tapa armónica de 2mm de espesor (en algunos casos de 1,8mm), logrando así que las vibraciones sean más acusadas (cuanto más delgada sea la tapa más vibración genera). También vemos que ésta soporta  una tensión (desde el centro de la tapa) de unos 42kg aproximadamente. La  tensión de las cuerdas está proporcionalmente adecuada al espesor de la tapa (previamente construida sobre unas barras armónicas). Algunos guitarreros han conseguido, a mi parecer, hacer vibrar una tapa al 80% de su capacidad sonora. En cuanto a la caja armónica, la guitarra al ser de fondo plano, utiliza éste como radiador de frecuencias graves (el fondo actúa como la tapa pero a menor intensidad). La caja en sí genera vibraciones (por ser esta  un resonador de Helmholtz) utilizando la abertura de la boca como limitador de frecuencias (tanto para resaltarlas como para atenuarlas) según el tamaño de su diámetro. 

         Lo más difícil de conseguir, en una buena tapa, es hacerla vibrar en toda su amplitud (máxima vibración posible), al igual que cada uno de los sonidos que generemos con las cuerdas suenen de forma equilibrada entre ellos (que todos los sonidos sean de la misma potencia y timbre). Para conseguir esto existen varios modelos de barrado armónico, el más clásico o popular es el modelo de Abanico. Existen otros menos conocidos que ya los iré explicando más adelante. Por lo tanto en una buena guitarra existen los siguientes elementos en concordancia:


    Tensión de 42 Kg,  adecuada al grosor de la tapa armónica. 
    Grosor de 1,8mm en la tapa armónica, que genera máxima vibración.
   Sistema de barrado (previamente configurado)  acorde  con las frecuencias que genera el instrumento y que producen un equilibrio armónico en su amplia gama de sonidos.      


      La única “deficiencia o inconveniente” que tiene la guitarra, a mi modo de ver, es el puente. Este actúa sobre la tapa de forma negativa puesto que la tensión de las cuerdas obliga a ésta a retorcerla y ahogarla. Este ahogamiento es tenido en consideración, pues es el limitador  principal del espesor de la tapa y por lo tanto el causante de que muchas guitarras empiecen a romperse. Esto también obliga a tener que poner refuerzos tanto debajo del puente como en la boca, limitando su vibración.


La mandolina: Las mandolinas han sufrido cambios notables en las dos últimas décadas. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es la forma de la tapa. Está formada por una elipse y supone una gran ventaja, pues las placas con forma de elipse emiten una amplia gama de frecuencias de forma natural. Sólo necesitan resaltar un poco más las frecuencias agudas que se quedan un poco descompensadas al no poder contar con una tapa de 2mm de espesor. La tensión de las cuerdas no permite, según mis observaciones, llegar a ese espesor. Esta tensión, de 56kg aproximadamente, permite llegar hasta 2,5mm generando tensiones longitudinales (desde el cordal a la cabeza) y horizontales (desde el puente hacia abajo) que limitan el espesor de la misma. Los luthiers han logrado resolver, de forma notable, los problemas de tensión utilizando los siguientes elementos: primero han dividido la tapa en dos secciones  doblándola un poco, de forma horizontal, cerca de la zona donde se encuentra el puente. Esto permite obtener un refuerzo de forma natural sin utilizar barrado y resuelve el problema de la tensión horizontal. Por otro lado desde el puente hacia la boca, colocan un barrado, en forma de cruz cerrada, que realza las frecuencias agudas con mucho ingenio. La tensión longitudinal está casi resuelta ya que la forma elíptica, desde sus puntos más alejados, distribuye las fuerzas de la forma más notable y natural. El fondo ovalado, que es muy acusado, permite reflejar el sonido interno de la tapa creando una onda acústica muy peculiar. Es por ello que el timbre de estos instrumentos sea tan característico y de gran belleza.


La Bandurria: me resulta un poco triste lo que  voy a decir del instrumento que tanto amo y al que le he dedicado mi vida entera. Con mucho resentimiento, pero a la vez muy feliz y satisfecho, por haber indagado en sus más recónditos secretos. Y lo que es más importante, creo que he llegado a solucionar algunos problemas.

          Estos problemas los tenemos desde que en el siglo XIX se le pusieran por primera vez cuerdas de acero. El siguiente vino, a mediados del siglo XX, con la imposición de la forma tipo calvete. ¿Cómo puede ser esto así? ¿Te has vuelto loco Diego? Espero que no y que al final de estas líneas, algunos penséis como yo. Veamos:

          Si alguno de vosotros habéis visto una bandurria barroca observaréis que ésta posee cuerdas de tripa y que, al igual que la guitarra, éstas van cogidas al puente. Algunas de ellas poseían un tiro de 300mm, con lo cual su sonido era  muy dulce y agradable. Cuando se le puso cuerdas de acero, con un total de 12, se tuvo que poner un cordal para que éstas no rompieran el puente y aguantaran la tensión. Además el tiro se redujo, a 271mm aproximadamente, para que se pudieran afinar las mismas. ¿Qué supuso todo esto? Que sencillamente aumentara la tensión. Este es el principal problema.


          Nuestra bandurria acusa una tensión aproximada de unos 114,4Kg, y es casi imposible poder ajustar una buena tapa. También al tener un tiro más corto, las frecuencias medias y graves generadas en sus cuerdas, se ven muy limitadas comparadas con las de las mandolinas que tienen un tiro de 330mm. Es por ello que la bandurria  sostenga la tensión con una tapa de al menos 4mm de espesor (cuando no más). Y además posee unos refuerzos y barras armónicas muy acusadas que terminan por ahogar las vibraciones. !Es de esperar¡ si a una placa se le somete una gran tensión, ésta no puede generar vibraciones, sobre todo las medias y graves. De ahí que a nuestro instrumento se le tache de irritante y estridente. También la forma, tipo calvete, no ayuda a mejorar la distribución de las tensiones. Imaginad un huevo cuando lo cogéis por las puntas y lo presionáis. Es difícil romperlo porque su forma distribuye la tensión por toda su estructura. Pero qué pasa cuando lo presionamos por los lados, pues se rompe de inmediato porque las paredes no distribuyen la tensión hacia los lados. Esto sirve para que penséis en la bandurria tipo calvete. Es como si el cordal y el mango estuvieran  anclados en los lados largos de un huevo. En la mandolina pasa lo contrario, la tensión es distribuida por toda la estructura como si fueran cogidas por  las puntas del huevo. Y por si fuera poco, tenemos el puente, que al ser como el de la guitarra, genera fuerzas que ahogan y retuercen la tapa. ¿Cómo podemos pensar que es un instrumento maravilloso?


  A continuación os muestro detalles las distintas tapas armónicas que hemos visto hasta ahora: